Milei con motosierra

Histórica baja de la pobreza en Argentina: el cambio de rumbo económico da resultados

De casi un 60% en la era kirchnerista, la pobreza cayó al 30,6% en el primer trimestre de 2025. La desaceleración de la inflación, la recuperación de ingresos y un cambio en el rumbo económico marcan un quiebre en la tendencia.

La Argentina vive un momento que pocos anticipaban: la pobreza retrocedió a niveles que no se veían desde el tercer trimestre de 2018. Según datos procesados por la consultora ExQuanti, la medición del primer trimestre de 2025 arrojó un 30,6%, muy por debajo de las proyecciones iniciales de organismos y especialistas.

El contraste con la herencia recibida es contundente. Durante el final del ciclo kirchnerista, la pobreza había trepado a casi el 60%, golpeando con crudeza a trabajadores, jubilados y estudiantes. El gobierno de Milei encontró a la economía en caída libre, con una inflación desbocada y el poder adquisitivo desplomado.

Sin embargo, las políticas de estabilización impulsadas desde diciembre de 2023 —basadas en un control del gasto público y un marco de mayor previsibilidad macroeconómica— comienzan a mostrar frutos. El propio Gobierno destaca que, en apenas un año, cerca de 11 millones de argentinos salieron de la pobreza. Hoy las consultoras independientes ratifican la información.

“Los ingresos de los ocupados se han recuperado notablemente con respecto a la brutal caída experimentada a fines de 2023 y principios de 2024”, detalla un informe de ExQuanti sobre el empleo. El rebote salarial, sumado a la reducción de la inflación, permitió recomponer la capacidad de compra en los sectores más castigados.

Especialistas como Agustín Salvia (UCA), Martín González Rozada (UTDT) y Leopoldo Tornarolli (Cedlas) habían estimado que la pobreza rondaría el 31,7% o 32% este año. Sin embargo, los datos sorprendieron: la cifra fue aún menor, ubicándose en el 30,6%.

Este resultado representa mucho más que un número estadístico. Significa que millones de familias pueden planificar su futuro con un poco más de certidumbre, que los salarios vuelven a alcanzar para cubrir necesidades básicas y que la economía empieza a transitar un sendero de recuperación tras años de frustraciones.

La caída de la pobreza no es casual. Es la consecuencia directa de un cambio de paradigma económico que dejó atrás el populismo deficitario y apostó por la disciplina fiscal, la apertura de mercados y el respeto a las reglas de juego. El desafío, ahora, será sostener esta tendencia y evitar que viejas recetas vuelvan a poner en riesgo el progreso alcanzado.

Argentina parece estar frente a una oportunidad histórica: consolidar un modelo que reduzca la pobreza de forma sostenida y abra la puerta a una etapa de crecimiento genuino.


Publicado

en

,

por

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *