Mitos sobre el hantavirus

Hantavirus: un virus global, que no es exclusivo de la cordillera patagónica

El hantavirus está presente en distintas regiones del mundo, y su prevención depende del cuidado y la información, no del miedo. Se trata de un virus que también existe en otras provincias argentinas, países sudamericanos, y países del hemisferio norte.

Un reciente caso en Corcovado, despertó nuevamente la alarma mediática, cuya campaña del miedo hizo más daño que el propio virus.

Un virus que no conoce fronteras

Durante años, algunos medios instalaron la falsa idea de que el hantavirus era una amenaza exclusiva de la Patagonia. Sin embargo, este virus está presente en diversas regiones de Argentina —como Salta, Jujuy, Entre Ríos, Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba— y en muchos otros lugares del mundo.

El hantavirus pertenece a un grupo de virus transmitidos principalmente por roedores silvestres. En la Patagonia, el principal reservorio es el ratón colilargo (Oligoryzomis longicaudatus), pero existen otras especies transmisoras en el resto del país. Los animales infectados eliminan el virus a través de la orina, las heces y la saliva, y el contagio en humanos se produce, sobre todo, al inhalar partículas contaminadas presentes en el polvo del ambiente.

El virus, tampoco es descendiente de «Terminator» muere al contacto prolongado con el aire, el sol y los desinfectantes hogareños. Es muy difícil el contagio al aire libre, ya que tienen que darse una serie de situaciones muy casuales y casi directas.

El tiempo de supervivencia del virus en el aire puede ser muy variable dependiendo del entorno, temperatura, humedad pudiendo variar de unos pocos minutos a varias horas.


Prevención, la clave

La mejor herramienta contra el hantavirus es la prevención. En zonas rurales o de montaña, se recomienda ventilar bien las viviendas deshabitadas antes de ingresar, usar barbijo o pañuelo húmedo para evitar respirar polvo y limpiar superficies con agua y lavandina, nunca en seco.

También es aconsejable mantener los alrededores de las casas limpios, con el pasto corto y sin malezas, evitar el contacto directo con roedores y usar guantes al manipular trampas o limpiar excrementos.

Para quienes acampan o recorren zonas silvestres, es importante mantener la carpa cerrada, evitar dormir cerca de madrigueras y guardar los alimentos en envases sellados. La prevención es simple, efectiva y evita riesgos innecesarios.


Una enfermedad infrecuente y controlable

Aunque el hantavirus puede causar cuadros graves —como el síndrome pulmonar o la fiebre hemorrágica con síndrome renal—, se trata de una enfermedad rara. Los casos son esporádicos y, con atención médica temprana, las probabilidades de recuperación son altas.

A diferencia del dengue, leptospirosis, mal de chagas u otras infecciones más comunes en regiones tropicales y urbanas, el hantavirus no representa una amenaza extendida en la cordillera chubutense. Si realmente tuviera la letalidad que algunos medios sugieren, gran parte de los pobladores rurales ya estarían afectados o muertos, lo cual no ocurre.

Por eso, más que miedo, lo que se necesita es información y prevención responsable.


Aislamientos y polémicas

En algunos casos, las autoridades sanitarias aplican medidas de aislamiento para las personas infectadas o expuestas. Sin embargo, estas acciones se basan en criterios discutidos. Se recuerda que la supuesta transmisión “de persona a persona” solo fue observada en un único episodio años atrás, aparentemente por una sola de las variantes del virus, y nunca se comprobó de manera concluyente.

Además, varios de los protocolos actuales fueron promovidos por equipos donde intervino el polémico y muy cuestionado médico Carlos Emiliano Biondo, procesado por la justicia en el escándalo de los vacunatorios VIP y criticado por su rol durante la pandemia tomando medidas exageradas y extremas que perjudicaron a toda la comunidad, excepto a él, que podía moverse por donde quisiera mientras seguía cobrando su sueldo del estado. Esto refuerza la necesidad de analizar con cautela el nivel real de riesgo y la proporcionalidad de las medidas impuestas, y sobre todo, quiénes son los que las imponen.


Un mensaje de calma y conciencia

El hantavirus no es un enemigo invisible acechando en cada rincón de la Patagonia. Es una enfermedad zoonótica que existe en distintas partes del planeta, con baja frecuencia y que puede prevenirse con hábitos sencillos.
Informarse y actuar con prudencia es mucho más útil que ceder al alarmismo.

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