“La Justicia debe volver a ser lo que fue”: la mirada crítica de Marcelo López Mesa sobre el sistema judicial argentino.
*Entrevista exclusiva de Chubut Online.
Marcelo López Mesa es uno de los juristas más destacados de la actualidad en la Argentina. Profesor universitario, especialista en Derecho Civil y Doctor en Ciencias Jurídicas y Sociales, cuenta con una prolífica trayectoria académica y profesional. Ha publicado más de treinta libros y realizó estudios de posgrado en la Universidad de Salamanca y en la American University (Washington College of Law).
Con la claridad y el rigor que lo caracterizan, accedió a dialogar con Chubut Online sobre diversos temas de la actualidad jurídica y social. Aquí presentamos la entrevista completa, en la que analiza los desafíos del nuevo Código Civil y Comercial, la situación del Poder Judicial, las necesidades legislativas del país y el rol de la educación universitaria, entre otros puntos centrales del debate público.
Sobre el nuevo Código Civil y Comercial:
A casi una década de su puesta en marcha, ¿qué balance hace del nuevo Código Civil y Comercial? ¿Fue realmente un avance o quedaron temas importantes sin resolver?
Transcurrida una década de su vigencia, el Código Civil y Comercial es como un clavel del aire: no ha arraigado en la práctica de nuestros tribunales. Se lo conoce poco y mal y se lo aplica precariamente, no existiendo seguridad alguna sobre el criterio que, sobre los más diversos temas, van a aplicar los tribunales; ello vuelve imprevisible el resultado de los litigios judiciales y muy complejo el ejercicio de la abogacía. El Código Procesal Civil debe actualizarse para facilitar la aplicación del Código de fondo, pero sin que ello implique un salto al vacío o reemplazar el actual por otro peor, como ha ocurrido en varias provincias, desafortunadamente.
En materia legislativa:
Si tuviera que señalar prioridades, ¿qué leyes cree que hoy necesita con urgencia la Argentina?
La Argentina necesita con urgencia una mejor y más efectiva legislación. Las leyes que se sancionan son cada vez peores técnica y conceptualmente y, muchas veces, están plagadas de ideología o son directamente engañosas, al prometer resultados maravillosos, sin contar con los medios para su implementación efectiva, como la llamada “Ley Nicolás” (Ley 27797), que es sólo un catálogo de buenos deseos.
Poder Judicial nacional:
¿Cómo evalúa el funcionamiento del Poder Judicial en nuestro país? ¿Siente que responde a las demandas sociales o sigue encerrado en su propio lenguaje?
El Poder Judicial federal se encuentra en un estado calamitoso, con una Corte Suprema diezmada y cientos de vacantes de jueces y camaristas, que son cubiertas por subrogantes, que cobran importantes sobresueldos, pero que no resuelven el problema de las vacancias, ya que se requieren jueces presentes en los juzgados, dedicados plenamente a su labor y con un criterio definido. El Poder Judicial de la Nación hoy, salvo excepciones honrosas, no responde a las demandas sociales y está encerrado en su propio laberinto.
Educación universitaria:
Como profesor universitario, ¿cómo percibe el nivel actual de la formación jurídica? ¿Estamos formando profesionales preparados para los desafíos reales?
Como Profesor Titular de Derecho Civil, vinculado a la enseñanza superior desde hace 40 años, percibo como muy preocupante el nivel actual de la formación jurídica.
Hace mucho tiempo que nuestras Facultades forman legiones de autodidactas; pero, sobre todo desde la pandemia hacia acá, la calidad de la enseñanza es cuestionable, egresando anualmente numerosas personas que no cumplen con el nivel mínimo de conocimiento que el título presupone, lo que configura un auténtico peligro.
Reforma judicial:
Si dependiera de usted impulsar una reforma, ¿por dónde empezaría? ¿Qué cambios estructurales considera imprescindibles para mejorar la Justicia?
Los cambios que necesita nuestro Poder Judicial deben apuntar a la mejora de la calidad de los operadores jurídicos, antes que a las innovaciones en la estructura. Inventos extravagantes, tales como las salas individuales de apelación, no van a traer mejores resultados. El Poder Judicial debe volver a ser lo que fue en su mejor época, no huir del presente, pretendiendo avanzar hacia un futuro inasible. Pensar que la IA va a resolver el problema de la justicia argentina es o ignorar el problema o mentirle a la gente descaradamente.
Experiencia en Chubut:
Habiendo integrado el Poder Judicial de Chubut, ¿qué impresión le dejó esa etapa? ¿Cómo observa hoy su evolución o retroceso?
Tuve el honor de integrar una gran Sala que funcionaba como un reloj: nunca se nos venció un plazo y el nivel de las resoluciones que dictábamos era muy bueno. Cada uno de nosotros hacía sus propios votos y ni a mí ni a mis colegas de Sala jamás un Relator o colaborador nos redactó un voto. Es más, con los colegas hasta hacíamos las interlocutorias complejas. Fue un gran placer y un privilegio integrar la Sala A de la Cámara de Apelaciones de Trelew, junto a dos caballeros como Carlos Ferrari y Carlos Velázquez y aprendí mucho de ambos. La evolución de esa Sala, de esa Cámara y del Poder Judicial de Chubut está a la vista de todos los ciudadanos y me exime de explayarme sobre tales aspectos.
Selección y control de magistrados:
¿Le parecen adecuados los mecanismos actuales de designación y control de los jueces? ¿Cree que garantizan independencia y calidad o deberían revisarse?
Hay cada vez más casos de jueces que pasaron por el Consejo de la Magistratura y luego terminan presos o procesados, por corruptos o cómplices de delincuentes o traficantes (Caso Bento y muchos otros); incluso alguno por haber amenazado cortar el rostro de una empleada judicial con una trincheta. ¿Cómo superó los controles psíquicos gente así? La multiplicación de situaciones escandalosas de jueces, como los casos Makintach y Petris, indica que deben adoptarse mecanismos más precisos y objetivos para designar magistrados y sistemas más ágiles para removerlos, sin esperar que causen un tremendo daño para recién ahí sacarlos de sus sitiales.-




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